
Hola
Soy Susana Acosta, una cubana-mexicana que fusiona en sus diseños la historia de sus dos mundos. Radico en México. Mis prendas son expresiones únicas y todas son ediciones limítadas. Tengo varias razones para soñar despierta y hacer de mis diseños una extensión de esto.
Conóceme en la siguiente historia
Mi historia
Mi nombre es Susana Naranjo Acosta. Tengo 31 años. Nací en Bayamo, Cuba. Mi infancia estuvo marcada por momentos grandiosos y pruebas que transformaron mi vida. A los nueve años, sufrí una experiencia que quebró mi mundo por completo: fui violada. Aquella herida dejó cicatrices profundas, pero también encendió en mí una fuerza interior que me ha acompañado desde entonces. La resiliencia y el amor incondicional de mi madre me enseñaron que incluso el dolor más intenso puede transformarse en arte y belleza.
A los 17 años, migré sola a La Habana para estudiar la Licenciatura en Geografía en la Universidad de La Habana. Tras cinco años de estudios, hambre y carencias regresé a mi provincia natal para trabajar en una empresa estatal de urbanismo. Fue ahí donde me di cuenta de que soñar dentro de mi patria no era posible.
Después de la muerte de mis abuelos maternos en el año 2018, decidí postularme para estudios de posgrado en México. Llegué en julio de 2019 sin familia, amigos o conocidos, con apenas una cobija, un abrigo, un pantalón viejo, una camisa desgastada y unas zapatillas llenas de huecos. Me enfrenté a un mundo desconocido, sin saber mucho de antropología ni de migración, pero con más sueños que dinero.. Estudié mi Maestría en Antropología Social en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México y también he trabajado en todo lo que he podido: impartí clases de baile, administré un restaurante, fui recepcionista, redactora de páginas web y hasta trabajé en la construcción.
En el 2021 durante la pandemia, logré graduarme con Mención Honorífica y continuar con un doctorado en Antropología Social que me permitió hacerme una pregunta clave: ¿qué es lo que realmente me apasiona?
Después de tres años en la búsqueda de esta respuesta, pero sobre todo con mucho miedo, comencé a soñar. Sin dinero, sin conocimientos previos, pero con determinación. La inversión inicial fue cero; cada peso ahorrado significaba a veces dejar de comer o de dormir o de enviar alimentos y medicinas a mi madre en Cuba. Aprendí desde cero sobre leyes, páginas web, diseño, corte y confección, patronaje, materiales, creación de contenido y proveedores. Todo lo aprendí por necesidad, porque no tenía el capital para pagar por ello. Y sigo aprendiendo.
Hoy, diseño ropa inspirada en mi camino como migrante y en las voces de quienes, como yo, han tenido que reconstruirse. Mis prendas son más que moda; son piezas únicas que mezclan mis dos patrias: Cuba y México. Creo en la moda como un lenguaje que comunica fuerza, romanticismo, vulnerabilidad y humanidad. Mi historia define quién soy y me impulsa en cada paso que doy.
Mi marca lleva el nombre Susana Acosta como homenaje al apellido de mi madre, la mujer que me ha criado y cuya fortaleza me inspira cada día. A través de ella, busco no solo vestir cuerpos, sino también inspirar a otros a ver en sus cicatrices un recordatorio de su fortaleza.
Este es mi sueño y también un testimonio de resiliencia y una promesa de nunca dejar de soñar.
Este proyecto más que de moda, es mi sueño, una promesa y una acción.
Una promesa hacia mi misma de nunca volver a dudar de mi
De que soy capaz de lograr todo lo que verdaderamente quiero
Una promesa de amor eterno.
Y por último la promesa de de alzar la voz por todas esas mujeres cubana que hemos sido reprimidas y esclavizadas durante tantos años.
Cada uno de mis diseños va de manos entrecruzadas con mis pasiones, mis emociones y mis dos patrias: leer, escribir, el cine mexicano y cubanos principalmente, la música clásica y la danza, los colores.
Una acción
porque no puedo irme de este mundo sin devolver mucho de la dicha que he recibido
Así que esta es mi forma de crear, imaginar, volar y soñar
y también de ayudar a otros.
Parte del ingreso de este proyecto va dedicado a_
- familias en Cuba, con medicamentos, ropa y alimentos
- niñ@s en situación de calle y con cáncer, personas migrantes aquí en México, en ropa, juguetes, alimentos y medicamentos.
- Alimentos, camas y medicinas para perritos en albergues y en situación de calle hasta que se nos haga realidad un sueño más grande, el de crear refugios, que no sobran.
Trabajo junto a pequeños comerciantes de Cuba que me proveen de telas hermosas, únicas y de gran calidad, de esta forma soy parte del sustento de algunas familias. También importo telas de Italia, Francia y África a través de amigos que migraron a estos países.
Es un proyecto hecho a corazón abierto
Deseando que cada prenda que recibas logre dos cosas en ti: una sonrisa y el poder de sentirte dos veces reina.
A mi madre va dedicado toda esta alma..
Gracias a ti por leer y formar parte de esta historia